El estudio cristiano de los ángeles parte de la Biblia, el
texto sagrado del cristianismo. Las conclusiones principales de la angelología
cristiana respecto al origen y función de los ángeles son:
Los ángeles son servidores y ejecutores de la voluntad de
Dios. (Génesis 19,1-25)
Son mensajeros de Dios. (Hechos 10,3)
Los ángeles están en presencia de Dios de manera constante
(Mateo 18,10). Sus labores son estar atentos a las órdenes de Dios, orar por
los seres humanos, adorar a Dios continuamente, vigilar, cantar y pregonar la
perfección de Dios. (Apocalipsis 8,3)
Son intercesores entre Dios y el ser humano (Génesis 28,12).
También son guardianes, protectores y ministros de la justicia divina.
Existen arcángeles (Judas 9 donde el prefijo αρχ=arc indica
supremacía) que se mencionan por nombre en la Biblia: Miguel (Judas 9), Gabriel
(Daniel 9,21 / San Lucas 1, 19-26) y Rafael (Tobías 5, 4)
Hay 7 ángeles principales, aunque los nombres de algunos no
están dentro del canon bíblico. (Tobías 12,15)
Los angelólogos cristianos dieron a los ángeles jerarquías y
funciones según las menciones de ángeles que aparecen en la Biblia.
A principios del cristianismo, los místicos y estudiosos de
la angelología se refirieron a libros que en esos tiempos tenían mucha
autoridad, pero que luego quedaron fuera de la Biblia. Los libros de Enoch 1, 2
y 3 son ejemplos de estos recursos angelológicos.