El Ángel de la
Guarda, o Ángel Custodio, es el ángel que se le asigna a cada alma para que la
acompañe a través de su vida y después de la muerte.
Esa presencia amorosa cuyo
trabajo es cuidar y guiar a los seres humanos en su recorrido por la vida,
permanece junto al alma de la persona en todo momento.