La luz sagrada de mi aura es sólo una manifestación de Dios…
porque Él decidió que mi resplandor eterno llenara el espacio celestial.
Hoy quiero cubrirte con él. Ven… ven a mis brazos… apóyate
en mí. Cierra tus ojos y aspira mi esencia angelical. Aspira profundamente y
observa alrededor. Hay un estallido de colores, destellos todos de un astro de
amor, de un sol espléndido.
Mira las luces que te bañan llenándote de paz, de esperanzas
divinas, de espiritualidad, de anhelos de hogar y de nostalgias de la Patria
Celestial. Ahora… escucha mis palabras y piensa. Pide… desde el fondo de tu
corazón… con infinito fervor. Que se aparte de ti el deseo de alcanzar
únicamente bienes materiales.
Que tu mente esté siempre en calma y tu aspiración eleve tu
espíritu hacia Dios. Pide alas para iniciar tu vuelo y la ayuda angelical para
ir hacia la Gloria Divina… hacia Nuestro Hogar. Ahora…caminemos juntos…
Empieza tu día con alegría… porque hoy tienes amor, suspiros
y anhelos celestiales. Tienes ¡apoyo angelical!