Las puertas
del cielo se abren a todo aquel que decide llamar de corazón.
Acercarse
al mundo de los ángeles es tan fácil o tan difícil como entrar en contacto con
uno mismo y con el universo.
Y nada se
le niega a aquél que busca en el rostro de los seres de luz la sonrisa de la
Divinidad. Nada.
El objetivo
de estos diez mandamientos angélicos es, por tanto solo ayudaros a llegar hasta
donde deseéis, facilitar la visión del camino que tendréis que recorrer.
- 1º
Mandamiento
Haz sitio a
los ángeles en tu vida. Si quieres percibirlos, debes procurar cambiar tú mismo
para hacerles sitio.
Modifica
tus emociones, abre tu corazón. Los ángeles se acercaran si perciben que vives
con pensamientos de amor y paz contigo mismo y con el mundo.
Guarda tu
propio lugar, favorece el silencio y la armonía. Búscalos, háblales. Cuéntales
tus problemas.
Hazlo como
si ellos fueran tu mejor amigo.
Aprende a
escuchar, presta atención a sus mensajes.
-2º
Mandamiento
Reza, pide,
di oraciones a los ángeles, pero recuerda: hay muchas formas de hacerlo. Tu
mente es tan poderosa como tus palabras, tu corazón habla su propio lenguaje de
silencios. Los ángeles escucharán tus ruegos de cualquier forma.
No olvides
que tu voz tiene poder, recuerda que las palabras se hallan cargadas de una
larga tradición. Respétala, cuídala. Puedes entonar canciones o himnos ya
escritos, puedes componer tus propias oraciones, puedes simplemente desear con
tu corazón. Pero, si pides, hazlo con firmeza, cree en lo que dices.
-3º
Mandamiento
Cuando
hablas a los ángeles, le hablas a la Divinidad. La Divinidad está dentro de ti.
Al hablar a
la Divinidad, les hablas a ellos, y los ángeles responderán con la potencia
entera del universo. El fuego de la Divinidad anima a los ángeles e ilumina tu
vida.
Cuando
dices “Yo soy”, no olvides nunca que, en realidad, estás diciendo: “La
Divinidad está en mi”.
Nunca dejas
de estar en comunión con ella.
-4º
Mandamiento
Trabaja
cada día con tus ángeles. Que tu voluntad y tu fortaleza no flaqueen en las
grandes empresas. Ellos te escucharán en cualquier caso, pero eres tú el que
necesita trabajar más para obtener sus favores.
No olvides
que los ángeles buscan los mejores. Desean enseñarles la sabiduría divina para
transformar el futuro.
No olvides
que los ángeles ayudan a quienes humildemente rezan. <no olvides que su luz
llega a través de cualquier tormenta.
-5º
Mandamiento
No temas
pedir. Nadie contará las veces que lo hagas. Ellos no cuentan tus necesidades,
entonces, no lo hagas tú tampoco. Pide cuanto necesites, pide lo que desees, lo
que quieras.
Los ángeles
no se cansarán de escucharte. Recuerda que esperan dulcemente a ser llamados.
-6º
Mandamiento
Repite tus
oraciones. Haz de tu solicitud un mantra que llegue hasta el cielo. Repite a
solas. En grupo. En el ruido. En silencio. La fuerza de la repetición es como
un baile para el alma.
Música a
sus oídos. Si rezas y oras repetidamente, las palabras te otorgarán su luz a
través de los ángeles.
Ellas son
las semillas de tu transformación interior.
7º
Mandamiento
No olvides
que hay un ángel para cada tarea, un ser para cada petición, una luz para cada
tiniebla. Pide adecuadamente.
Si
necesitas protección, llama a los ángeles de la protección. Recuerda que los
ángeles tienen vibraciones diversas.
Pide a cada
uno y te será otorgado lo que necesites.
Recurre a
las altas jerarquías sólo si es necesario.
-8º Mandamiento
¿Cómo pedir
lo que no sabemos que necesitamos?
No olvides
que la súplica es una reflexión que te haces a ti mismo. Al rogar, tú mismo
dices qué es lo que te falta.
Haz
peticiones concretas.
9º
Mandamiento
Tu
imaginación es tu poder. Tu fe, el arma con que cuentas. Visualiza lo que
quieres conseguir. Dibuja con tu mente el futuro. Intensifica tus oraciones con
concentración.
Se tu
propia luz en la oscuridad.
-10º
Mandamiento
Se creativo
y los ángeles te llenarán de sorpresas.
Se humilde
y los ángeles te llenarán de tesoros.
No siempre
recibimos lo que pedimos, porque quizás necesitemos otras cosas.
Los ángeles
te darán lo que has pedido, pero no siempre de la forma que tú imaginas. Amplía
tu mente y hazla gravitar con el movimiento ondulante de las estrellas.
Ellos ven
por ti lo que tú no puedes ver. Ellos son los guardianes del karma. Sé sabio,
toma lo que te dan, porque lo necesitarás.
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